INFIDELIDAD: ¿ES EL FIN DE UNA RELACIÓN?

¿Debilita la infidelidad el vínculo primario con la pareja? ¿Fractura la confianza y la intimidad? ¿Puede una deslealtad fortalecer, en algunos aspectos, la relación con la pareja? La respuesta a estas preguntas es sí.

La infidelidad es una circunstancia sumamente compleja. Asociamos el amor con la fidelidad y la traición con la infidelidad. Pero más allá de lo doloroso que puede ser la infidelidad, aparecen dudas sobre el propio atractivo físico, la valoración personal, los sentimientos del otro, el sentimiento de fracaso, el impacto en la estructura familiar… En muchos casos, la infidelidad abre una herida en nuestro orgullo. Despierta amenazas imaginarias o nos sumerge en los sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento.

La infidelidad puede abocar a la pareja a varios escenarios.

Generalmente, esos escenarios comprenden perdonar la infidelidad y continuar con la relación o, por el contrario, rechazar la infidelidad y poner fin a la relación. Sin embargo, también cabe considerar un tercer escenario y ese corresponde a la duda: ¿perdonar o no perdonar?

Aunque para algunas personas sea impensable. Es posible perdonar una infidelidad. Muchas parejas deciden darse una segunda oportunidad tras este acontecimiento. Perdonar una infidelidad conlleva entender que la persona que queremos y que nos quiere nos ha hecho daño. No ha respetado los límites de la relación… y queremos salir del bucle. A menudo conlleva enfrentarse a determinados conflictos y dilemas.

Perdonar una infidelidad es una cuestión que no admite juicios de valor universal.

Algunas personas están dispuesta a perdonar una infidelidad dependiendo del contexto en el que esta haya sucedido: los años de relación, la satisfacción o las cualidades positivas que asocian con su pareja o incluso porque en esa decisión median compromisos económicos o el cuidado de los hijos/as.

Sea por el motivo que sea, lo importante es que la decisión de perdonar esa infidelidad se tome libremente. Al margen de las presiones del círculo íntimo o las expectativas que puedan tener los demás. Perdonar implica conectar con las emociones de tristeza, frustración o ansiedad, pero también con la desconfianza y los celos.

Algunas cuestiones que puedes valorar para decidir si estás dispuesto/a a perdonar una infidelidad pueden ser:

  • Las características de la infidelidad: ¿fue un encuentro esporádico o se trataba de una relación paralela? ¿Había una implicación emocional o solo una atracción sexual? ¿Formaba parte la otra persona de su círculo cercano o era alguien desconocido?
  • La causa de la infidelidad: ¿tu pareja lo hizo buscando novedad o por la necesidad de intensificar su ego? ¿Buscaba sentirse deseada por otra persona? ¿Era la infidelidad una forma de venganza ante un malestar real o imaginario en vuestra relación? ¿Estáis pasando por una mala racha? Pese a que las cosas no estaban bien entre vosotros, ¿había posibilidades para enfrentar esas carencias? ¿Habíais hablado previamente de buscar soluciones de forma conjunta?
  • Los sentimientos propios y hacia la pareja: ¿sientes que amas tanto a esa persona que le perdonarías y le seguirías amando pese a que ha sido infiel? ¿Crees que tu perdón es sincero o solo lo haces porque tú también cometiste una infidelidad en el pasado? ¿Volverías a confiar en tu pareja? ¿Crees que puedes pasar página con facilidad o que necesitas tiempo y espacio?
  • El compromiso de la pareja: tú perdonas, pero… ¿estáis preparados para la reconciliación? ¿Qué debe cambiar entre vosotros para poder hacer frente a esta dificultad sin reproches?

Perdonar una infidelidad no es algo que se consiga de un día para otro. Es fundamental ser honesto con los propios sentimientos y valores. Después de decidir si queremos perdonar, es importante valorar también si podemos hacerlo… Es recomendable que hables con tu pareja y le expliques cómo te sientes.

El asesoramiento sexológico puede ser positivo para acabar con los pensamientos polarizados, restaurar la confianza y desentrañar posibles problemas de interpersonales tras dicho acontecimiento.

Sucede que a veces, incluso cuando la persona engañada perdona la infidelidad, sigue interpretando los comportamientos de su pareja como negativos. Lo que antes era admirado y deseado tras la infidelidad se señala como superficial y decepcionante. Sí, la relación continúa, pero… ¿cuál es la calidad de la misma? ¿La persona que ha sido infiel asume la responsabilidad de sus actos? ¿Ha cambiado la intimidad sexual? ¿Tiene sentimientos de venganza o ira la persona que fue traicionada? En relación a esto, el asesoramiento sexológico puede ser útil para:

  •  Analizar los motivos de la infidelidad: ¿insatisfacción? ¿venganza? ¿evitación? ¿mala comunicación?
  • Aprender a tomar perspectiva tras los hechos.
  • Poner atención a la historia común.
  • Desdramatizar el suceso.
  • Recuperar la conexión erótica.
  • Prevenir conductas de hipervigilancia.
  • Evitar el deseo de castigo del otro.

Es un trabajo duro. Pero si ambos son honestos y quieren continuar con la relación, es posible superarlo y seguir adelante. Si crees que el motivo de tu consulta está aquí o está relacionado con alguno de los aspectos anteriores, recuerda que puedes contar con mi ayuda y el apoyo de los profesionales que colaboran con Eunoia Sexologia.

Comparte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *