Miedo al compromiso

¿MIEDO AL COMPROMISO? ES HORA DE SUPERARLO

Al pensar en un proyecto de vida en común o al tener que dar un paso más en la relación, muchas personas se bloquean emocionalmente. Generalmente, porque tienen dificultades para reconocer sus necesidades y carecen, a grandes rasgos, de estrategias emocionales para asumir el miedo y abordar adecuadamente su malestar. Suelen dar más importancia a lo que pierden continuando con la relación que a los aspectos positivos que puede aportar esa relación a largo plazo y que, curiosamente, forma parte de sus anhelos. 

El bloqueo emocional induce a la acción, pero a una acción muy concreta: la ruptura de la relación. Poner fin al vínculo constituye una forma de escapar del malestar y recuperar cierto control sobre su vida. En ocasiones, la vía de escape para aliviar el miedo es una infidelidad. Se trata de estrategias disfuncionales y poco responsablesnos negamos al amor solo porque no conocemos o no hemos entrenado estrategias adecuadas para vencer el miedo. 

La pregunta a continuación es evidente: ¿acaso huir o sabotearse soluciona el problema? Al miedo se le vence plantándole cara y para ello, podemos valernos de una serie de consejos:

  • Identifica qué te hace sentir vulnerable. Conocer qué aspectos conforman tu fragilidad te ayudará a entender por qué piensas en huir o en ponerte la coraza. Muchas veces creemos que la amenaza es el entorno cuando en realidad somos nosotros mismos: ¿falta de autoestima? ¿Temor a que esta relación fracase? ¿Poca adaptabilidad o resistencia ante los cambios? ¿Problemas para gestionar tus emociones (estrés, ansiedad)? Reconocer nuestra fragilidad y limitaciones es el primer paso para hallar equilibrio. Si no conocemos quienes somos y cuáles son nuestras capacidades, ¿cómo vamos a tomar decisiones acertadas? 
  • Cuestiónate. ¿Cómo quieres que sea tu vida? ¿Te importa el amor a largo plazo? ¿Amas a esta persona o solo sales con ella porque no quieres estar solo? ¿Es el compromiso algo que realmente deseas? Las respuestas no tienen por qué ser afirmativas. Algunas personas descubren que en realidad no quieren las cosas que socialmente se les ha inculcado que deseen. Si necesitas tiempo para pensar, ¡no te olvides de comunicárselo a tu pareja! Y sí, con asertividad. Puedes expresar en todo momento lo que piensas y lo que sientes, pero evitando herir a la otra persona.
  • Reflexiona sobre si tus preocupaciones y miedos son objetivos. Puedes hacer un listado recogiendo aquellas creencias e ideas relacionadas con tu miedo al compromiso. Después, puedes tratar de asociarlas con hechos de tu pasado que confirmen ese miedo. 
  • Fantasea con cómo sería tu vida sin tu pareja. ¿Qué cosas ya no tendrías? ¿Qué momentos desaparecerían? Tomar perspectiva te ayudará a no actuar por impulsos. 
  • Hacer todo esto solo/a puede abrumarnos. Por ello, si necesitas equilibrio y fortaleza emocional, no dudes en pedir ayuda profesional. 

En una sociedad donde apremia la incertidumbre, las promesas rotas, unas dinámicas comunicacionales deshumanizantes (especialmente, a través del mal uso de la tecnología) y los comportamientos erráticos, estamos sedientos de personas confiables, de personas que actúen con coherencia y honestidad. 

Una relación de pareja es un viaje vital y al igual que ocurre en otros viajes, no siempre va a ser perfecto e ideal. Habrá momentos buenos y no tan buenos.  Habrá aprendizajes individuales y compartidos. Ese cúmulo de experiencias nos permite hacer balance y para ello, es fundamental hacerlo sin mitos románticos, sin prejuicios, sin dependencias, sin falsas expectativas sobre las relaciones o la pareja. Merece la pena superar el miedo.

Comparte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *