SOBRE MÍ
Mi nombre es Loola (sí, con dos ‘o’) y soy Psicóloga y Sexóloga (o dicho de otra forma, ¡psicosexóloga!). Mi número de colegiada es MU04869. He creado Eunoia Sexología con mucha ilusión y mimo, pero también con la mejor de las intenciones: ayudar a que las personas, ya sea de forma individual o en pareja, disfruten plenamente de su sexualidad, erótica, afectos y relaciones. Mi labor es orientarles y proporcionarles las herramientas adecuadas para que puedan lograr un mayor bienestar y calidad de vida. Pero para llegar a ello, primero hay que conocerse, así que parte de mi tarea también es escuchar y acompañar durante este proceso
Soy una persona curiosa, responsable, espontánea, comprensiva, leal, inconformista y una apasionada de mi trabajo. Me encanta aprender y compartir mis conocimientos con la gente que me rodea. Por supuesto, como todo el mundo tengo defectos, a veces me equivoco y también sufro. No soy perfecta porque soy humana.
Leo mucho para pensar mejor, pero también porque me permite deshacerme de muchos prejuicios e ideas preconcebidas. Soy un poco ratita de biblioteca. Antes de estudiar sexología, estudié filosofía e integración social. En 2022 finalicé el Grado de Psicología en la Universidad Isabel I de Castilla, con doble mención en criminología y psicología clínica».

Mi historia personal.
Mi interés por la sexualidad humana comenzó cuando inicié mis estudios universitarios de filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Todo empezó en primer curso, a propósito de un trabajo académico sobre el antiguo Egipto. A riesgo de que suene muy romántico, confieso que quedé fascinada por la diosa Hathor y el papiro de Turín. Luego llegó Aristóteles, San Agustín, Sade, Schopenhauer, Darwin, Nietzsche, Freud y Foucault; y con ellos el cuerpo, la pederastia griega, la reproducción de la especie, la moral sexual, el desarrollo psicosexual, el deseo reprimido, la policía del sexo…
Poco después apareció el pensamiento feminista y me sumergí en las lecturas de Christine de Pizan, Mary Wollstonecraft, Simone de Beavoir, Gayle Rubin, Camille Paglia, Christina Hoff Sommers… Evidentemente los análisis y reflexiones sobre el sexismo de estas autoras despertaron más mi curiosidad sobre la sexualidad humana y la diferencia entre los sexos.

La filosofía me ha dotado de una gran capacidad para organizar las ideas.
Acabé graduándome en filosofía en la Universidad de Murcia. Allí presenté mi Trabajo Final de Grado (TFG): Perversum Interrumptum: pornografía(s) de la razón sexual donde analizaba la representación sexual desde la prehistoria hasta la modernidad y su influencia en el pensamiento occidental, el género y la cultura. Fue en ese trabajo cuando me encontré por primera vez con la problemática de la pedofilia y el delito de la pornografía infantil. Sin embargo, no trabajaría específicamente sobre esta cuestión hasta años más tarde.
La filosofía me ha dotado de una gran capacidad para organizar las ideas, analizar problemas complejos y aplicar el pensamiento crítico. Sin duda, habilidades cognitivas esenciales para el pensamiento racional, los dilemas éticos y la investigación. Sin embargo, al acabar la carrera me di cuenta de que de poco me servía el conocimiento filosófico en los asuntos humanos, científicos y sociales si no conocía de primera mano los problemas e inquietudes de las personas. Esta reflexión me llevó, en un principio, a estudiar el ciclo de integración social.
He podido profundizar en las necesidades de aquellas personas o colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social.
La formación profesional fue todo un descubrimiento para mí. He podido profundizar en las necesidades de aquellas personas o colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social (como es el caso de muchas víctimas de violencia de género y personas en contextos de prostitución). Asimismo, me permitió conocer metodologías, técnicas y procedimientos de intervención directa con colectivos vulnerables (como personas con discapacidad, personas mayores, familias desfavorecidas y minorías étnicas).
Sin embargo, lo que más destacaría es que pude desarrollar habilidades pedagógicas, orientativas y de mediación. Ciertamente, en este periodo tampoco olvidé mi fascinación por la sexualidad. De hecho, mi proyecto final era una intervención de educación sexual dirigida a alumnado de secundaria con trastorno del espectro autista (TEA).
El sexo no es solo lo que uno hace sino también aquello que uno es.
Al finalizar, sentía que me seguía faltando algo. Fue entonces cuando, en 2017, llegó el Máster Oficial en Sexología: Educación Sexual y Asesoramiento Sexológico de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Conocer el hecho sexual humano fue la clave para desarrollar completamente mi vocación. ¡Era como si hubiera descubierto, por fin, mi lugar en el mundo!
Adentrarme en la ciencia sexológica me permitió integrar mis aprendizajes previos y abrirme a conocimientos nuevos: el sexo no es solo lo que uno hace sino también aquello que uno es (hombre o mujer). Así pues, como hombres y como mujeres somos y nos relacionamos. Lo hacemos en una cultura y desde un cuerpo, afrontando particularidades reproductivas, eróticas y sexuales. Es por ello que la atención sexológica no se reduce a los genitales, a lo que las personas hacen con su cuerpo o las disfunciones sexuales. La sexología es un saber que aborda también los deseos, las fantasías, las peculiaridades eróticas o los conflictos entre los sexos. Somos, en definitiva, seres sexuados, sexuales y relacionales.
A menudo me digo, el trabajo duro es solo eso, duro, pero no imposible.
Aunque ya había curioseado en algunos referentes como Magnus Hirschfeld, Alfred Kinsey, William Masters y Virginia Johnson, el postgrado me permitió conocer con amplitud el trabajo de otros autores que contribuyeron a la ciencia sexológica. Fue el caso de Iwan Bloch, Havelock Ellis, Gregorio Marañón, John Money, Helen S. Kaplan, Milton Diamond, Shere Hite y por supuesto, el máximo exponente de sexología de nuestro país, Efigenio Amezúa. Sin embargo, los mejores aprendizajes durante el máster de sexología son responsabilidad del profesorado, en especial de Carlos de la Cruz y Silberio Sáez Sesma. A ellos les estoy eternamente agradecida.
Durante el máster de sexología realicé dos Practicum, uno en el Servicio de Psiquiatría, Psicología y Medicina Psicosomática del Hospital Universitario Dexeus (Psicodex) y otro en Masexvita. Como no me gusta estar quieta, no conforme con la carga de trabajo que llevaba, me matriculé paralelamente en el grado de psicología…

Como te puedes imaginar fueron dos años muy intensos. Combinaba mis estudios con el trabajo de técnica de proyectos en la asociación Mujeres Jóvenes de la Región de Murcia: 8 de marzo (MUJOMUR). A veces era bastante complicado, pero siempre sacaba un ratito para relajarme, escribir y disfrutar de mis amigos. A menudo me digo, el trabajo duro es solo eso, duro, pero no imposible.
Investigar sobre la pedofilia para prevenir el abuso sexual infantil es un tema que me entusiasma.
Aún no había acabado el postgrado cuando obtuve el II Premio de ensayo de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS) por el trabajo “Hacia una nueva episteme: reflexiones para una comprensión sexológica de la pedofilia”. Ciertamente, investigar sobre la pedofilia para prevenir el abuso sexual infantil es un tema de especial interés para mí. No todo el mundo lo entiende, pero yo creo que la investigación sobre la pedofilia es fundamental para mejorar la prevención del abuso sexual infantil y evitar nuevas víctimas. Recibir ese reconocimiento por la AEPS me llenó de energía y gratitud, pero sobre todo me hizo más consciente de mis habilidades y el amor a la ciencia sexológica.
En abril de 2019, presenté mi trabajo final de máster (TFM) titulado Una aproximación sexológica a la pedofilia: análisis de las distorsiones cognitivas en pedófilos no ofensores. Culminaba dos años de apasionada investigación y lo hacía con una enorme satisfacción personal, pero también académica. Mi trabajo fue el mejor valorado de la promoción y el póster de mi investigación recibió un accésit. Sinceramente, creo que nunca habría podido lograr esto sin el apoyo de mis profesores y el cariño de mis compañeros/as.
En mi interés por conocer la conducta humana y las preferencias parafílicas, decidí investigar en mi formación como psicóloga un tema ciertamente sensible: las muñecas sexuales con apariencia infantil. Es un tema duro y muy poco investigado en España. En 2022, presenté mi TFG en Psicología, que llevó como título: ‘Exploración del perfil psicológico de adultos que poseen o desean poseer una muñeca sexual infantil y su riesgo de delincuencia sexual‘. Obtuve también muy buena calificación: ¡un sobresaliente!
También durante ese mismo año realicé mis prácticas como psicóloga con menores víctimas de abuso sexual infantil y menores ofensores, en la Asociación Albores. Pude acompañar a los menores a transitar el dolor, las consecuencias del abuso y el impacto de la revictimización, así como abordar aspectos básicos en educación sexual, autoestima, revaluación cognitiva y control de impulsos. En este desempeño, más allá de la sensibilidad profesional, fui consciente de mi gran resistencia mental para abordar casos muy complicados, con sintomatología muy profunda. El esfuerzo y la dedicación estuvieron recompensados con una Matrícula de Honor.

Trabajar en ‘lo social’ exige mucha dedicación, compromiso y sacrificio.
Mi trayectoria profesional ha estado muy vinculada a la intervención social y comunitaria, así como a la dinamización asociativa. Desde el año 2015, soy Presidenta de Mujeres Jóvenes de la Región de Murcia: 8 de marzo (MUJOMUR). En esta entidad he dirigido varios proyectos de educación en igualdad, educación sexual y prevención de violencia de género. He trabajado con Asociaciones de Padres y Madres (AMPAs), instituciones públicas y privadas, centros educativos, asociaciones de mujeres y asociaciones juveniles…
Trabajar en ‘lo social’ exige mucha dedicación, compromiso y sacrificio. Cada día es un reto y un aprendizaje. Sin duda, la iniciativa de la que personalmente estoy más orgullosa es el proyecto coeducativo Ni cuentos con perdices ni novelas rosas, el cual fue premiado por la Universidad Europea en la X edición de los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales (2018). Desde que ese proyecto se puso en marcha en el año 2015, puedo decir que a mis espaldas llevo más de 500 horas de educación en igualdad y educación afectivo-sexual.
Soy socia de Preven3. Esta entidad tiene como objetivo principal la prevención de la delincuencia, especialmente en lo que respecta a los delitos de violencia de género y los delitos de carácter sexual (agresión sexual, abuso sexual infantil y pornografía infantil). Participar en este espacio para mí es muy importante porque creo que una de las mayores tareas pendientes de nuestra sociedad es la prevención en su triple perspectiva (primaria, secundaria y terciaria). Estoy convencida de que si se apostara más en prevención habría menos sufrimiento, menos víctimas.
Reflexiono sobre sexualidad, relaciones, igualdad de género y otros temas de actualidad en diferentes medios de comunicación.
A ello hay que sumarle mi amplia experiencia como divulgadora y escritora. Reflexiono sobre sexualidad, relaciones, igualdad de género y otros temas de actualidad en diferentes medios de comunicación (Letras Libres, Ethic, La verdad de Murcia, El mundo – Yo Dona…). Las respuestas que recibo a mis textos suelen ser muy positivas. Muchas personas se sienten aliviadas cuando escribo algo sobre lo que llevaban mucho tiempo pensando y no se atrevían a decir por la corrección política o por miedo a ser excluidos. A veces, lo que escribo es incómodo y molesta, pero yo trato de exponer razonadamente mis puntos de vista, ser objetiva y equilibrar las discusiones más incendiarias. No obstante, he asumido que no puedo gustar a todo el mundo y eso obviamente, ¡es muy liberador!
Soy autora de una novela, Suicida no profesional busca puente (La Marca Negra, 2018) y un ensayo Maldita Feminista: hacia un nuevo paradigma sobre la igualdad de sexos (Seix Barral, 2020). Y sí, soy feminista: creo en la igualdad de sexos. Por ello, francamente y como reflexiono en mi último ensayo, me disgusta que el feminismo se haya convertido actualmente en una guerra de sexos, donde reina la mediocridad, la victimización y el populismo.
También he participado como ponente en varias jornadas, por ejemplo, en las Jornadas Educación Siglo XXI en la Región de Murcia, en las I Jornadas de Sexología Sustantiva. Tradición y Vanguardia en conversaciones con la ciencia política en el País Vasco, en la XVIII Semana de Filosofía de la Región de Murcia o en las VI Jornadas de Actualización en Sexología Clínica celebradas en Málaga.
Y bueno, según dicen, aunque es lo de menos, también soy influencer (¡aunque no me gusta nada este término!). En redes sociales puedes encontrarme como Doctora Glas, un nombre que tomé a propósito de uno de mis libros favoritos Doctor Glas de Hjalmar Söderberg.